Entrevista con "La Milonga Argentina"

“Me hizo feliz conocer a Mercedes Sosa”
“I was so pleased to meet Mercedes Sosa”


Lleva grabados quince discos. Era estudiante cuando comenzó a escucharlo, antes de debutar como cantante profesional. Hoy, apasionada a full del 2?4, paseó por Buenos Aires presentando sus dos últimos CD:”Concierto de Anna clásica” y “Concierto de Anna moderna”. En junio va a cantar en el Carnegie Hall de Nueva York, tangos por supuesto. Nació en el Norte de Japón, en la isla de Hokkaido, “donde hace frío y cae nieve”.
Anna Saeki es el paradigma de la belleza japonesa, enamorada de nuestra música ciudadana. Recibió elogios generosos de maestros como Leopoldo Federico, Horacio Ferrer y Nicolás Ledesma, quien la acompañó en el Torquato Tasso. “Vine a la Argentina, por un lado muy entusiasmada por el lanzamiento y la venta de los CD, pero por el otro lado también muy nerviosa porque iba a realizar por primera vez un show. Por suerte vino mucha gente y me trató muy calidamente. Canté algunas versiones en castellano y también en japonés, temas como por ejemplo “Alfonsina y el Mar”, y me sentí muy honrada también de cantar al lado del maestro Raúl Garello. Me siento muy agradecida. Cuando canté en el Teatro De La Rivera con la Orquesta de Tango de la Ciudad, alguien me contó que había un señor que lloraba de emoción mientras cantaba El tango de las Rosas Amarillas y Sin Palabras... Fue mucha emoción para mí saber eso”
- ¿Sabe lo que representa Mercedes Sosa para nosotros?
- Sí, claro, ella es una gran cantante. Cuando decidí cantar “Alfonsina y el mar” en japonés lo que más me atrajo fue escucharla a Mercedes. Me gustan su voz y su calidez.

- ¿Por qué siendo animadora de televisión decidió cambiarse de rubro y dejar una carrera con tanto éxito?

- Debuté como cantante, pero a la par hice trabajos como presentadora de televisión y como actriz. Actualmente tengo mucho trabajo en el exterior: París, Nueva York, Hawai, Alemania, entonces el tiempo que me queda para estar en Japón es muy corto.

- ¿Ahora vuelve a Japón?

- Sí, pero antes voy a hacer escala en Nueva York, porque me hacen un par de entrevistas y también tengo que ensayar con las personas con las que voy a tocar en Japón en el mes de abril, porque en ese mes celebro mis veinte años como cantante. En junio voy a cantar en el Carnegie Hall de Nueva York, solamente tangos.

- ¿Qué sentimientos le inspira el tango para sentirse tan identificada?

- Cuando empecé no entendía el castellano, pero después me di cuenta que la música está más allá del idioma. Lo que más me atrae es esa pasión, esa melancolía con la que se toca el tango. No soy porteña, no soy argentina, pero de alguna manera los temas hablan del amor y ese sentimiento está en todas partes del mundo.

- El tango es sentimiento. ¿Está conforme con su vida sentimental? ¿Es feliz, tiene cosas pendientes, encontró el gran amor de su vida, o siente que aún tiene que vivir esas experiencias?

- Ahora estoy muy feliz, pero hubo una época en donde sufrí mucho. Pero gracias a ese sufrimiento llegué a este punto, y ahora estoy rodeada de un buen staff, con gente muy querida, mis fans... estoy muy contenta. No tengo hijos. Estoy muy volcada a mi carrera. Es como que... estoy casada con la música y el tango, estoy bien así, mi familia es todo el staff que me rodea.

- ¿Hay algún tango que por su letra y su música usted siente como propio? “Este tango es mío, este tango soy yo?

- Humm...(Sonríe y piensa). Hay temas que la gente me pide, por ejemplo “El día que me quieras”. Garello me dijo “Sin palablas” y “Sur”, pero también me gusta mucho Piazzolla, y mis fanáticos quieren que cante “Balada para un Loco” o “Chiquilín de Bachín”. Pero el primer tema que me tocó fue “Nostalgias”, al igual que “Malena”.

- ¿Qué último mensaje te gustaría dejarle a los lectores argentinos?

- Quiero agradecer al público por la forma que me ha acogido. Estoy muy contenta por encontrarme con Mercedes Sosa y también muy emocionada porque ella misma me dijo que cantara un tema que se llama “ Luna” en japonés para grabar un CD. Espero volver a fin de año o en el 2008.


Silvia Rojas